Por ÁLVARO REY*
Formando parte del patrimonio industrial
arquitectónico e histórico de Madrid, en su mayoría olvidadas y en muchos casos
asiladas, encontramos un elemento característico de las ciudades de la era
industrial: Las chimeneas.
Bien es cierto que Madrid nunca se ha caracterizado por un fuerte peso del sector industrial, aunque no debemos olvidar que, como dice Luis Enrique Otero libro 'El ensanche de Madrid. Historia de una capital':
"La sociedad industrial y el estado contemporáneo, fueron posibles por la existencia de centro urbanos que articularon los espacios económicos nacionales fueron centro de comunicaciones, y desempeñaron funciones de centro de toma de decisiones... La City londinense fue la acompañante de las fábricas de Manchester, Berlín de las regiones del Sarre y Ruhr y Madrid de las industriales de Barcelona y Bilbao..."
Es por tanto necesario destacar los elementos que, aunque escasos, aún persisten en la fisonomía de la ciudad, recuerdos de un tejido del que Madrid también fue participe importante.
En el caso de las chimeneas, muchas permanecen exentas, desconectadas de las industrias o talleres de las que eran parte y les daban sentido. En ausencia de sentido presente, se han convertido en un recuerdo decadente pero en absoluto falto de interés.
Contextualizan y conectan el lugar donde se encuentran con su pasado, y enriquecen el perfil de la ciudad, ahora de un modo tal vez escultórico, indudablemente urbano.